martes, 10 de agosto de 2010

Qué pena... tan jóven...


Todos los días hago el mismo recorrido para ir hacia el tren que me llevará a Oviedo. Todos los días, voy sola, enfilando esa recta que a la vuelta, parece no tener fin. Cuanto más temprano, más sóla voy. Aparentemente.

Cuando enfilo la recta, me gusta complicarme la vida. Lo digo porque siempre cruzo hacia la otra acera, por allí no suele ir la gente, es una acera demasiado estrecha. Bordeada por las vallas del tren y del otro lado, los coches aparcados. Si a eso le añadimos las farolas que sembraron cada X metros, pues el resultado es que sólo la utilizo yo. Es Mi acera, la conozco palmo a palmo y domino su recorrido con la elegancia que me proporciona el más absoluto conocimiento de cada baldosa. Me contorsiono suavemente ante el bordeo de cada farola, nada de bajar el escalón, eso tiene muy poca ciencia. Sé esquivar con los ojos cerrados los brazos de las pequeñas zarzas que desean arañar mis pantalones e invadir la carretera.

Aparentemente voy sola.

Cuando empecé a relacionarme con la recta y su acera, me di cuenta de que escondido tras la valla, había algo que me observaba fijamente y con precaución. Incluso lo sentía corretear una vez que yo había pasado.

Al poco tiempo, me di cuenta de que no iba tan sola por la recta. Empecé a toparme con caracoles madrugadores y somnolientos. Ellos hacen que camine con la gracia de un ninja, voy scaneando el perímetro con velocidad porque si piso uno, me da un jamacuco y sería capaz de ponerme a llorar a moco tendido por el sufrimiento. Cuando regreso, mis caracolillos ya no están, han traspasado la valla y roncan plácidamente escondidos entre la vegetación. Ahora las que me acompañan son las mariposas. Pequeñas mariposas amarillas que van jaleándome para que llegue al final de la recta sin morir en el intento. Pero las que me dan más trabajo, son mis lagartijillas, porque con el calor del medio día, se vuelven irresponsables y descaradas. Las muy bobas llegan a bajar el bordillo de la acera y ya se sabe que las lagartijas desconocen lo que es la valentía. Bueno, en realidad son tan histéricas, que desconocen cualquier sentimiento, sólo distinguen la emoción: " uy!!... que calorcito... me pondré un poquito más adelante??... o no??... o si??... o no??... o si??".

Ydistinguen el miedo panicoso:..." Arrea!!!... un humanooo!!... no lo ví llegar!!... qué haré??... pa' dónde tiro??".

Y claro, a mi no me queda más remedio que ir caminando con exquisita suavidad, sin brusquedades, ahora voy en la modalidad de ninja-bailarina-de-ballet. Porque y si por mi culpa una de mis lagartijas sale corriendo hacia la carretera en lugar de correr hacia la maleza???... y si me la estrapalla un coche delante de mis narices??... me moriría de la impresión.

Por lo tanto: la poca gente con la que pueda cruzarme, a primeras horas de la mañana, ve a una chica elegantíiiiiisima, que camina como si el mundo le perteneciera. Pero a los cinco metros, la misma chica, va haciendo estrambóticas eses... qué pena!!!... tan jóven!!

El resto de la gente que me ve a medio día, vuelve a ver a la misma y elegantíiiiiiisima chica caminando con soltura y dinamismo, tan es así, que las mariposillas silvestres la saludan a su paso. Pero a los diez metros, esa misma chica va ralentizando su paso hasta hacerlo casi en cámara lenta y manteniendo extrañas y solitarias conversaciones, acelera y aminora, acelera y aminora, acelera y aminora... dos abuelas me observan desde la acera de enfrente y murmuran entre ellas.

Me paro, las miro y desde mi acera les grito: Ya sé, ya sé.... qué pena!!!!... tan jóven!!!!

7 comentarios:

  1. jajajajaja te he visto, te he imaginado perfectamente y he de decir que se te ve a la legua lo "mala" persona que eres!

    Besos primilla!

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  2. Me recuerdas a mi hace algunos años, cuando vivia con mis padres y marchaba a trabajar, por ese camino, pocos pasabamos a esas horas, yo recuerdo que siempre tenia una marcha rapida , no por que llegara tarde, era mi paso , me buscaba un galgo (una persona) que tirase de mi , que fuera mas rapida que yo , y me ponia a su paso con cierta distancia, pero claro en un monemto dado esta persona cambiaba de calle y me quedaba como pasmada , tenia que buscar otro galgo que llevara mi misma direccion, asi uno tras otro ,claro que en ocasiones el galgo era el mismo , pero me daba igual , yo tenia que coger el rizmo de aquella persona, estos recuerdos son eso recuerdos.
    Mas tarde cuando decidi vivir sola , resulta que mi casa estaba a tiro de piedra del trabajo, y aquello era como tirarse de la cama en pijama y ya estas en el trabajo, tenia otras ventajas. Salia de la ducha y con la ropa que tocase ale al trabajo , una vez alli , y con mi cara relajada y fresca del rocio de la mañana ,me ponia delante de aquellos grandes espejos que teniamos en la sala de descanso y me colocaba las pinturas , (el titanlux )y ale a pelear con las marias, mis marias tengo que decir que eran muy majas, ya nos coniciamos y nos entendiamos , nos llevabamos bien , (ahora es muy diferente) a lo que vamos , el recuerdo de llevar la cara al aire sin nada puesto ,era muy agradable.
    Me ha gustado mucho tu camino y gracias por hacerme recordar el mio

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  3. jajajajajaja Dentro de nada pondrán bancos en la acera de enfrente... para ver el espectáculo.

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  4. Jajajaaaaaaa Hasta los pelos ¡¡cuánta vida hay en las aceras de Oviedo!! Yo creo que estoy ciega al mundo animal…

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  5. farala, las aceras son de Gijón, que te has ido a la "otra acera", jajajajaaaaa.
    Cuñá, algo tienes que hacer para superar esa recta, que es matona, maja.

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  6. Morgana: que penita ser tan evidente...jajaja...gracias wapa!!!... el lunes te mando un regalito primi!!

    Ana: me alegra haberte traído buenos recuerdos. Toda una historia.

    Alson: ya los hay hija, ya los hay... desde dónde te crees que murmuraban las abuelas??

    Farala: la corrección ya te la hizo Marcela, por lo que yo sólo te diré que muchos besos, xula y que abras los ojuelos al mundo animal, tienen mucho que decir y enseñar.

    Marcela: cierto, cuñá, cierto!!... una motuki no vendría mal, eeh??...jajaja... lo único bueno es que tengo las piernas torneadísimas...jajajaja

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  7. jope que claridad mental a tan tempranas horas no??
    yo iría andando con los ojos cerrados fijo...
    lo de los caracoles me recuerda a una amiga con la que cuando me iba de marcha, a las siete de la mañana, con unas cuantas cervezas de más, intentando atinar para no "salirnos de la acera", nos poniamos a coger todos los caracoles que había por las aceras y acercarlos a un parque que había al lado de su casa... una proeza pero llegar llegaban todos enteritos y sanos y yo mareada de intentar cogerlos a la primera...
    qué cosas tienen los caracoles eh??

    besinos¡¡¡
    (a mí me gustan tus post, si intentaras hacerlos más cortos no enteneríamos lo de Ya sé, ya sé.... qué pena!!!!... tan jóven!!!! jajaja)

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