domingo, 5 de diciembre de 2010

Aquellas noches locas....


Estoy recordando cuando entre Latumari y yo no había nada, excepto una química brutal que se podía mascar en el ambiente.

Las dos eramos y somos de chulería fina, con humor irónico y malicioso. Dignas, digníiiiiisimas.

Y claro, tuvimos un cortejo complicado. A mi, las plumas ya no me daban pa más, oye!!... y mira que las tengo hermosas y deslumbrantes. Por aquellos tiempos, comprendí el valor de un globo cuando se hincha y lo envidié porque si yo intentaba hincharme un poco más, reventaría como una castaña pilonga. Los gorgoritos me hacían sufrir menos, pero allí estaba yo, dándolo todo, aleteando de vez en cuando, alrededor de ella en pequeños círculos.

Muchas veces intuía que le gustaba. Cómo otras tantas lo intuía ella, pero como eramos taaaaaaan dignas... pues podía ser una certeza o no.

Y así andábamos. Llegaba yo al tugurio de moda donde parábamos y empezaba a saludar a la peña. Inmediatamente sabía si Latumari estaba, sin necesidad de verla. Y es que mis periféricos se ponían en modo de alerta, las plumillas de mi nuca se erizaban, era entonces cuando al levantar la vista, me encontraba con aquellos ojazos en la distancia. Siempre, siempre, siempre, las rodillas se me hacían gelatina durante esos segundos.

Y todo se fue cocinando a base de pequeñísimos detalles. Ella me decía alguna cosa al oído ( porque claro, el ruido era tremendo), yo sentía su aliento en la oreja y el cuello y no sé por qué, pero inevitablemente tenía que ponerle una mano en la cintura para escucharla mejor ( no sé si dije que el ruido era tremendo). Lo estupendo era que Latumari usaba y usa unos jerseys o camistas que le llegan justito para tapar el ombligo, pero si hace cualquier movimiento, siempre hay un resquicio de un centímetro de piel que queda al aire y como nooooooo!!!... allí justamente aterrizaba mi mano. Siempre había un dedito mío que irremediablemente hacía contacto con su piel. Un momento, que tengo que tragar gordo.....

Ya estoy.

Ya no sabía que hacer para que le quedara claro a la criatura que me tenía loca. Con aquellos vaqueritos tan ceñidos y aquellas camisetas, con aquellos andares y bailares, con aquellas caídas de pestaña que me daban aire lo mismo que me lo quitaban. El culo de Latumari, ya ni lo menciono porque casi es sacrilegio. Menos mal que la primerísima vez que la vi, me quedé flipada con su cara y no me enteré de que aquella cabeza iba sobre un cuerpo... el cuerpo lo vi tiempo más tarde y tuve que apoyarme contra una columna pa no desplomarme. Y digo que menos mal que fue así, porque entonces cabría la posibilidad de que sólo la adorara por su cuerpecillo.

Una noche de aquellas, Latumari estaba bailando, como siempre. Tan absorta, que no se dio cuenta de que le aplicaron la técnica del sandwich. Fue flanqueada por una chica que era paraca y flanqueada por detrás por un amigo de la paraca y que también era soldadito. Latumari cuando se vio como una loncha de jamón, se deshizo amablemente del soldadito y accedió a bailar con la paraca.... AMOSHOMBREEEEEE... LO QUE ME FALTABA!!!... me grité pa contra mi.

Me acerqué con calma hacia la paraca, le di tres toques contundentes en el hombro y cuando me miro le dije: Esta... me gusta a mi. Le hice un gesto con la cabeza que significaba pistaaaaaa... y se fue volando, oye!!

Entonces enganché a Latumari por la cintura, la pegué tanto contra mi, que no corría ni el aire. Su cara contra la mía. Yo sonriendo satisfecha y esnifando hasta el último gramo de su perfume.

Me dije: si esto no lo pilla....

Y no, no lo pilló.... del todo....

6 comentarios:

  1. pero sigue.....me dejas con las ganas, es una historia divertida, real y tierna, me encanta como lo cuentas
    besos

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  2. jajajajaajaja a veces no se ve lo evidente!!

    Me ha encantado el post.

    Besos para las dos.

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  3. Por favor, por favor, el segundo capítulo cuñá, que mira que me sé la historia, pero nos has enganchado. Sigue, sigue, así, así, ayyyyy. Inés y Marcela.

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  4. Tengo que lo decir: ¡qué bonito, y hermoso, es el amor!
    O, ¿tendría que decir la pasión?

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  5. ayyyyyy, que me he puesto cachonda!! jajaja y como me he reidos con lo de un momento que tengo que tragar gordo, jajajajaaaa


    sigue sigue ¿y luego?

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  6. Guada: me alegra saber que te ha gustado. Es una petición inesperada, pero visto lo visto, tendré que plantearme la continuación. Gracias!!

    Morgana: ni lo evidente, ni lo descarado, que era más dura de pelar que un ladrillo de mármol, hija!! Besos!!

    Marcela: cuñá... tu revicias!!...jajaja... lo haré en honor a Inés, que es muy agradecida p'al humor y así da gusto. Amores.

    Mármara: pues la dos cosas fía, es que tán tan enredaes que no sé ónde empieza ni lo uno, ni ónde acaba la otra!! Abracín.

    Farala:...jajaja... parece que mi poder para ponerte en situeishion no tiene límites!!...jajaja... es que si no trago gordo, boqueo como un pez!!

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