jueves, 18 de marzo de 2010

Los buenos días


Pues comienzo esto de forma inesperada, pero muerta de risa.

He tenido que madrugar porque tenía que hacer un par de llamadas. Mi rutina matinal es milimétrica y siempre la misma: Me pongo la camiseta, del revés, porque para qué ponérmela del derecho si así va todo el mundo. Intento meter las dos piernas por la misma pernera, porque para qué usar las dos si eso lo hace cualquiera. Me pongo mis calcetines megasuperesponjosos y arcoirisados, eso sí, la talonera en los empeines, hay que marcar estilo y tendencia. Todo esto lo hago a oscuras y con la ayuda que me pueda prestar mi móvil, ya que el sueño de Mari, no es muy potente y por regla general, cuando yo me levanto, ella acaba de acostarse.

Bueno, pues después de estas proezas matinales, voy dando suaves eses hasta la cocina. Voy derechita hasta la ventana de la cocina, allí tenemos una especie de sofá, si, si, si... un sillón en la cocina que queda estupendamente. Todo el mundo quiere sentarse en él, pero a lo zorro, como si ese deseo insano, no fuera con ellas.

Me dirijo al sillón, porque allí está durmiendo Nuka. Por regla general, suele estar destapada y en postura rosquillal. Me agacho y le doy entre cinco a diez besitos en el cogotín que tiene. Ella responde haciendo la X o el molino, todas las patas bien extendidas, poco femenina y esperando que le acaricie su sonrosada pancita.

Me hago el café y salgo de la cocina sin dejar de ejecutar mis suaves eses, ahora el destino es el estudio. Mientras me voy escaldando la lengua y el paladar con el café, mariposeo con el ordenador.

Esa es mi rutina matinal. Eso es exactamente lo que hice hace unos minutos. La diferencia está en que cuando me senté y después de intentar que mis ojos pudieran leer algo o cuando menos, distinguir algo en el monitor, reparé en un folio escrito delante del teclado.

Mari me había dejado una nota de buenos días, de favores, de dibujos muy poco artísticos y de pasiones erótico-festivas.

Justo en la esquinita de la derecha, abajo del todo, me puso una predicción:

"Seguro que tienes cara de boba y te estás riendo..."

Y así fue, así es y así será. Mi corazón dio un salto y se sintió contento. No me importa ser tan predecible para ella y que me lea las interioridades sin siquiera estar presente.

Ahora es cuando yo sacaría mi acento mexicano y dando saltitos pugilísticos le diría:

" ¿Qué te traes, qué te traes?"

Y ella me respondería con chulería mexicana:

"Te traigo muerta, te traigo muerta"

Me trae muerta, enloquecida y enamorada.

4 comentarios:

  1. Cuñáaaaaaaaa, mañana mismito pongo el enlace de tu blog en el mío, bienvenida a la bollosfera, qué bien que te hayas animado, me encanta tu post. La tu Mari y la mi Mari es genial, pero sois las dos las que hacéis el equipo perfecto.

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  2. Bueno, bueno, y bueno, que no daba crédito, pero ¡Sí, yes tú! Ay, ay y ay (aunque, casi que pegaba más lo de cucurrucucú coma paloma), que prestoso y emocionante a la vez.
    Yo también voy a poner el enlace en mi blog (no ahora, queestoy prevaricando en el curro) y te deseo larga y venturosa vida en el mundo de la bolloblogosfera.

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  3. bieeeeeeeeennnnn!!!!!!! otra prima más para la bollosfera!! ole, ole y ole!

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  4. Bueno cuñá, por ti me apunto a lo que sea, ya lo sabes, hasta el infinito y más allá.
    Pues si Mármara: soy yoooo!!...gracias por enlazarme, haré lo propio cuando me entere de algo, que voy dando palos de ciega.
    Holitas Kali, pensaré que lo de prima es desde el cariño... o me estás insinuando que soy una pardilla??...jajaja
    Gracias a todas.

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