viernes, 9 de abril de 2010

Héroes y villanos


Ese de la foto, fue el muñeco de mi infancia: Topo Gigio.

Ni muñecas, ni cacharritos, ni vestiditos, ni nada de nada. Topo Gigio tenía todo el amor que mi diminuto corazón podía brindarle. Lo veía en la tele enviándome el besito de buenas noches y ya en mi cama, me dormía abrazada a él.

Mi Topo Gigio llevaba pantalones azules y una camiseta de rayas horizontales rojas y blancas, dónde yo iba, iba él... excepto cuando venía mi tío Ramón a comer a casa.

Mi tío siempre fue bromista, en realidad, yo lo adoraba pero dejaba de adorarlo cuando le ponía las manos encima a mi amigo del alma.

Yo no sé muy bien la edad que tendría por aquel entonces, echando cuentas y atando cabos, debía de tener tres años.

Tengo grabada aquella comida. Toooooda la familia sentada a la mesa y Topo Gigio incluído. No sé cómo pudo pasar, pero en un momento determinado, vi que Topo no estaba conmigo y cuando levanté la mirada, estaba en poder de mi tío. El lo tenía levantado a la vista de todos y para mi horror, vi como le bajaba los pantalones y lo dejaba con el culito al aire. Creí morir de la impresión, me bajé de la silla como una centella y se lo arrebaté de las manos. Se me ocurrió ir a esconderlo. Lejos de las zarpas de mi tío y de las risas de toda la familia. Lo dejé instalado debajo de mi cama y volví a la mesa llena de rencor.

La comida prosiguió. Ví como mi hermano desaparecía brevemente y cuando reapareció, me sentí traicionada y aterrorizada. Llevaba a Topo Gigio en sus manos y se lo entregó a mi tío. Todos se reían de mi congestión y nuevamente volvió a bajarle los pantalones.

No entendía dónde estaba la gracia. Topo Gigio era mi amigo más querido, no era un simple muñeco. Su humillación, era la mía. Por qué lo trataban de aquella manera?? Sabía que no podía contra mi tío, no podía contra nadie. Me quedé hundida en mi silla, sin decir ni una palabra. Lo único que salió de mi, fue un lagrimón enorme, brillante y lleno de pena que fue a estrellarse sobre mi mano y llegó velozmente a mi rodilla. Ya no quería mirar más, mi vista estaba fija en mis zapatos.

Sonó la voz de mi padre y otro lagrimón silencioso resbaló por mi mejilla.

- Se acabó, dale inmediatamente el muñeco a tu hermana.

Abracé a Topo Gigio con toda mi alma, sintiéndome culpable por no haber sabido defenderlo cómo se merecía. Cuando miré a mi padre, juro que le vi un destello en el ojo, él sabía lo que yo había sufrido y sentí su abrazo a través de la mesa. Cuando me acerqué a mi héroe, me estampó un beso de trompetilla en el remolino, de esos que a mi me encantaban porque me hacían cosquillitas.

El mundo volvía a ser bueno, algún día yo crecería como mi padre y nadie podría volver a abusar de lo que yo más quería.

7 comentarios:

  1. Preciosa historia, hermoso amigo del alma...pero desgraciadamente el hecho de crecer no impide que abusen de aquello que queremos...

    P.D.Me encanta tu forma y manera de escribir y transmitir. Enhorabuena!!

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  2. joder, cuñá, que me has hecho llorar, qué guapo está contado.

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  3. Jope tía... tu tío... que chungo no???menos mal que estaba tu padre allí... si te hubieras revuelto hubiera habido más risas...

    por eso me gustan los niñ@s¡¡¡ porque saben respetar lo importante de la vida¡¡¡

    un beso para ti y otro para Topo Gigio¡¡¡

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  4. Bueno anónim@, gracias por tus palabras. Efectivamente el crecimiento no impide el abuso. Es exactamente lo que ocurrió allí, mi padre me arropó sutilmente y evitó que la escena se prolongara, pero no pudo evitar que ocurriera. A mi me hizo sentir que no estaba sola.

    Cuñá, siento haberte aflojado la lágrima. Mañana te doy un abrazototote para compensarte!!

    Yosuuu... no es que mi tío fuera chungo, simplemente no se dio cuenta de que me estaba hiriendo con aquello. Desgraciadamente, el humor mal entendido y las bromas, suelen ser a costa de otros.
    Besos Pancha!!

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  5. Me gusta....y no lo iba a decir porque soy "una tia dura" pero me he puesto un poco triste pensando en el instante aquel..
    Pdta: Como te salio la comida ayer mer...jajajajaja. Ahora en serio, gracias por lo de ayer, por dejarme vuestro sofa, por no permitir que nos levantaramos de la mesa, porque latumari cocina como los angels (que yo ya lo sabia), pero la logistica queeeeeee, no se acuerda nadie de ella....un besito para las dos y pal terremoto de nukita

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  6. cuñá, estoy enganchada a la canción del topo gigio, ajjaajjaaa, entro para escucharla y me alegro un montón, me encantaaaaaaaaa

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  7. No te entristezcas Desastrín, más que un trauma, fue un aprendizaje. Ya sabes: si la vida te regala limones: haz limonada!!...jajaja

    Marcelilla, cuñá de mis amoreeees!!!...ya te estoy viendo cantando a la par que Topo Gigio...jajaja... el bailecito, ya me lo harás.

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