miércoles, 7 de abril de 2010

Orgullo


Tengo una lucha interna. No es una lucha furiosa, más bien es tesonera.

Quiero volver a mis orígenes, quiero volver a ver el mundo como cuando era niña. Cuando yo decidía lo que era bueno y lo que era malo con una claridad meridiana. Sin la influencia de los mayores, sin seguir al rebaño aborregado.

Mi adoradísimo padre, perdía la paciencia conmigo porque me decía que vivía en un mundo de ilusión, que tenía que madurar y olvidara las utopías, porque de lo contrario, sufriría.

Me niego a ir con la corriente. No me gusta y no estoy de acuerdo. Soy rara en todos los aspectos y me gusta mi rareza.

He vivido la mayor parte de mi vida dentro de la comodidad heterosexual. Conozco las dos orillas.

Como heterosexual, puedo decir que la vida resulta infinitamente más cómoda pero... le faltaba vidilla.

Como lesbiana, puedo decir que es más complicado y frustrante, porque no soporto el hecho de no poder ir de la mano de mi pareja, ir abrazadas cuando nos de la gana o darnos un beso de escándalo cuando no los pida el cuerpo.

La diferencia aplastante, está en el hecho de que viví mi heterosexualidad sin pena, ni gloria. Sin embargo, desde el mismo día que asumí mi lesbianismo, me sentí grande, importante y ante todo, orgullosa. Es un orgullo que no se me va ni con los lavados, que le da brillo a mi mirada y que me hace sentir especial. Cuando miro al mundo, lo miro en la distancia, sintiéndome francamente bien conmigo misma e incluso podría apostar lo que fuera, a que tengo una vida más plena que la mayoría de la gente que me rodea.

Adoro ser mujer y rodearme de mujeres.

Definitivamente, a quien no le guste, que mire para otro lado.

6 comentarios:

  1. ahí estamos, cuñá, a las barricadas (coño, últimamente ando todo el día camino de las barricadas, jajajjaj)

    ResponderEliminar
  2. jajajaja...es que tú no tienes límites cuñá, pasamos de la calma total, al fragor de la batalla en cero coma...

    ResponderEliminar
  3. LA primavera está haciendo estragos.
    He de decirte que nunca me sentí especial por ser lesbiana, quizá porque siempre lo viví desde el mismo sitio: yo misma.

    ResponderEliminar
  4. pues yo tb me siento especial de bollo. a veces cuando estoy con la kali tomándome un cafetito con leche en la cafetería del corte inglés le tengo que decir que me de un morreo porque me da mucho coraje no se vayan a creer los que nos rodean que somos dos "señoras" "normales" y los peazo bollerones que somos!!!

    ResponderEliminar
  5. si es que las mujeres somos mucho máaaaaaaas interesantes y las relaciones entre tías ni te cuento jajajajajajaja.

    PD: ahora me explico los ataquitos de la farala en el corte de ingles

    ResponderEliminar
  6. Me alegro Alson, eso significa que lo tuviste clarísimo desde el principio.
    Farala y Kali, jas'mías, mira que no hay sitios dónde atacarse: en el corte inglés???...jajaja... aunque pensandolo un poco, no hay un sitio mejor para reafirmarse. Digo yo que las "señoras normales" pasarán a ser una baldosa más: fulminadas en el suelo.

    ResponderEliminar